En los últimos años se está dando el fenómeno de personas que critican y cuestionan el veganismo en las redes sociales y medios de comunicación desde una posición de odio, reproche y crítica personal. ¿Por qué odian a las personas veganas? Analicemos la cuestión.
Empecemos por aclarar qué es el veganismo. Consiste en negarse a participar en la explotación de los animales. Punto. Ni dieta, ni creencia, ni estilo de vida, ni gaitas.
Las personas veganas se niegan a utilizar cuero, a ir al circo con animales, o a visitar un zoo, porque no quieren fomentar lo que se les hace a los animales en nuestra sociedad. Porque son conscientes de que los animales son capaces de sentir, de que no quieren ser confinados y de que desean conservar su vida.
Lo que tienen en común entre sí las personas veganas por tanto, es no participar en la explotación de los animales, absteniéndose de consumir cualquier producto derivado de dicha explotación.
Es decir, que puede haber personas veganas simpáticas o antipáticas, delgadas o con sobrepeso, educadas o bordes, estúpidas o inteligentes, respetuosas o faltonas, altas o bajas, etc. Hay de todo, como en cualquier otra parte.
Si la característica común que une a las personas veganas es abstenerse de participar en la opresión animal y no existe otra ¿Significa que las personas veganas son odiadas por el hecho de no oprimir a los animales? ¿Es así? ¿Por qué odian a las personas veganas en realidad?
Prejuicios y discriminación por pertenencia a grupo
Algunas personas intentan justificar su hostilidad explícita y su odio hacia las personas veganas atribuyéndolas comportamientos negativos. Pero atribuir a una persona determinados comportamientos en base al grupo que pertenece es una discriminación arbitraria, y por lo tanto injusta. Nadie tiene un comportamiento concreto por el hecho de ser vegano/a. Estamos ante un prejuicio discriminatorio.
Si nos parece injusto tener prejuicios contra alguien por el hecho de su género, o por su preferencia sexual, también lo es por ser vegano. De la misma forma, si la hostilidad y el odio hacia un individuo por pertenecer a determinado grupo étnico es un prejuicio ¿no lo es también por pertenecer al grupo del veganismo? Un prejuicio de libro.
Que haya veganos que insulten no significa que los veganos insulten. Que haya veganas que roben, no significa que las veganas roben. Que haya veganos que se gasten mucho en comida, no significa que los veganos se gasten mucho en comida. Que haya veganos que se alimentan mal, no significa que los veganos se alimenten mal.
¿El veganismo es un comportamiento extravagante o coherente?
Quienes están en contra de hacer sufrir a los animales, haciéndose veganas no hacen otra cosa que ser coherentes. No hay nada extravagante, moderno, mainstream, caprichoso o elitista en ello. Una persona vegana lo único que hace es alinear su pensamiento con sus actos. ¿Es eso criticable?
Lo que sí resulta extravagante es lo contrario, es decir, ser incoherente. Expresarse a favor del respeto a los animales y sin embargo fomentar que se les dañe y fomentar que se les arrebate la vida consumiendo productos derivados de su explotación.
Así pues, el veganismo es un posicionamiento de rechazo contra el sufrimiento, el confinamiento y la muerte de animales para beneficio humano. Y lo es desde una posición irrefutable: millones de personas son veganas en todo el mundo desde hace años, y no tienen problema de salud alguno (pese a quienes auguraban grandes desastres en nuestra salud).
¿Es criticable el mero hecho de no participar en una opresión?
Obviamente no, entonces ¿por qué tanta crítica, tanto reproche, tantas acusaciones y tanto odio al veganismo, si lo único que tienen en común es no torturar a los animales? Objetivamente, es una decisión que toma una persona que no puede ser criticable bajo ningún concepto. ¿Por qué lo critican entonces? ¿Qué hay detrás de estas críticas? ¿Por qué odian a las personas veganas? ¿Quizá remordimiento inconsciente?
Es importante tener en cuenta que esto ocurre en las redes sociales, desde el parapeto de internet. Sin estar cara a cara muchas personas dicen cosas que jamás te dirían presencialmente. También en buena parte es provocado por el comportamiento compulsivo característico en internet de opinar sobre todo sin haberse informado. Valorar y juzgar a otras personas desde el desconocimiento y el prejuicio. Personas que tienen que opinar irremediablemente sobre otras personas sin haber investigado o contrastado informaciones.
Odio a lo diferente. Odio a lo no normativo.
Hay mucho en estas críticas de odio a lo diferente y de rechazo a quienes se comportan de manera no normativa. Las personas veganas no aceptan la «verdad» que nos han inculcado desde la infancia, son capaces de cuestionar el mundo en el que habitan y tomar sus propias decisiones. Esto las hace adoptar modelos opuestos a la norma y hay personas incapaces de aceptarlo que reaccionan con odio, prejuicios e insultos.
Decir que las personas veganas insultan, porque una personas vegana te ha insultado, es como decir que las personas con barba roban porque una persona con barba te ha robado.
De la misma forma, cuestionar a una persona vegana porque no está delgada es un absurdo, ya que el veganismo no tiene relación alguna con las dietas. Esta es una situación frecuente en algunas redes sociales. Una vegana puede alimentarse bien o puede alimentarse fatal a base de pizzas, patatas fritas, hamburguesas y pasteles veganos, sin dejar de ser vegana. O puede tener un cuerpo diferente a pesar de alimentarse correctamente. No demuestra más que desconocimiento por parte de quienes vomitan su odio contra quien es diferente.
Trolls y haters extendiendo falsos mitos y prejuicios
Extender falsos mitos como que el veganismo es algo elitista y caro es propio de trolls y haters. Y no le falta una buena dosis de hipocresía dado que normalmente proviene de personas privilegiadas que viven en países occidentales ricos. Consumir vegano puede ser caro o barato depende de los productos que elijas. Puedes comprar una hamburguesa de nueve euros, o puedes hacértela en casa con avena y harina de garbanzo por pocos céntimos.
En cualquier supermercado podemos adquirir garbanzos, patatas, arroz, macarrones, alubias, lentejas, coliflor e infinidad de productos por precios cercanos a un euro y que da para muchas raciones.
Curiosamente, mientras algunos de estos haters acusan a las personas veganas de consumir cosas muy caras y elitistas, otros les acusan de lo contrario: de no comer más que «pasto», atribuyéndoles una alimentación basada en ensaladas y sopas de verdura. De nuevo prejuicios y valoraciones contradictorias hacia lo no normativo.
Odio y rechazo hacia toda aquella persona que les recuerda lo que están haciendo
Al final lo que trasciende detrás de todo esto es que quienes escogen participar en la opresión de los animales, manifiestan su desprecio por quienes no lo hacen buscando unirse a personas afines, en un afán por auto justificarse a través del comportamiento de los demás, esconderse tras la masa y tras lo normativo. Buscan en las redes sociales a personas con quienes compartir un odio común hacia los veganos/as, porque así encuentran legitimidad para seguir participando en la opresión de los animales.
¿Por qué odian a las personas veganas? Nos ha tocado vivir en una época en la que existe la empatía hacia los animales. Desde claras evidencias científicas somos ya plenamente conscientes de que los animales son capaces de sufrir. ¿Qué hacer entonces para poder justificar el seguir comiendo carne y sin embargo continuar sintiéndose buena persona? Esta disonancia cognitiva genera estrés, irritación e infelicidad, y esto provoca odio y rechazo hacia toda aquella persona que les recuerda lo que están haciendo. Es decir, hacia las personas veganas. Hacia la propia existencia de los veganos y veganas.