Los vinos veganos se están convirtiendo en una nueva tendencia entre la comunidad vegana. Cada vez son más las personas que apuestan por un estilo de vida libre de explotación animal. De modo que los mercados se están teniendo que adaptar a estas nuevas necesidades y gustos de los consumidores.
El mercado del vino ha sido uno de ellos. A pesar de que podemos llegar a pensar que el vino tradicional es vegano, porque proviene del zumo de la uva y se conserva en barriles de madera, no es así. Para elaborar el vino pasa por para clarificarlo, es decir, para eliminar restos de proteínas y otras substancias y limpiarlo. En dicho proceso se utiliza clara de huevo.
De modo que han tenido que innovar y adaptarse al veganismo, dejando atrás ese proceso y buscando alternativas para clarificar el vino sin participar en la explotación animal. Por ejemplo, utilizando proteínas vegetales como la patata o el trigo. En algunos casos también se utiliza carragenano (de las algas marinas) y bentonita, un polvo de arcilla que se suele utilizar en vinos blancos. En otros casos, simplemente se embotella el vino sin que pase por ningún proceso de clarificación.
Cada vez son más en España las denominaciones de origen las cuales incluyen vinos veganos, como Celler Piñol.
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